miércoles, 23 de abril de 2014

Capsula para Escritores 34

CÁPSULA PARA ESCRITORES 34 –
18 de abril 2014
COMO SER UN ESCRITOR FLUIDO
Consejos del Dr. Rudolf Flesch para el que no le gusta escribir

Traducción de Martha de Berberián
Del libro: How to write, speak and think more effectively (Como escribir, hablar y pensar más efectivamente). A Signet Book, New York, 1960, Cap. 15 “How to be a fluent writer” p. 126-139.
Dice el Dr. Flesch: Si sufres de grafofobia (no te gusta escribir) te prescribo un remedio:
Realiza cada trabajo de redacción como si fuera una charla informal a tu lector. No empieces sin anotar algunas ideas específicas sobre lo que vas a decir. Y no pares de escribir hasta que lo hayas dicho todo.
Eso es todo. Hazlo mil veces y serás un escritor profesional. Hazlo como práctica cada día por un mes o dos, y se te quitará la grafofobia para siempre. Debes acostumbrarte a la idea de “pre-escribir” haciendo tu investigación, tomando notas, organizando tu material, y cuando te sientes a escribir redactas de corrido, sin parar, como que “conversas” con el lector.
Un periodista competente escribe como promedio 1,000 palabras por hora, y durante tres horas por día, producirá lo que una persona debe escribir. Esto lo podrá hacer si su mente está entrenada para trabajar continuamente durante esas tres horas, sin distracción, sin perder continuidad. Un escritor que conozco pone su reloj delante de él y requiere 250 palabras para cada cuarto de hora, y lo logra. Si escribes a renglón abierto, normalmente caben 250 palabras en una página, la meta de mi amigo cada cuarto de hora. Claro, esta velocidad es de un profesional de alto nivel. Pero no importa la velocidad, lo importante es el trabajo sin parar y la ausencia de pausas para pensar.
¿Por qué es importante escribir de modo “fluido” sin parar? Porque la buena redacción debe leer como si el autor “hablara” con el lector; y para leerlo así, debe ser escrito así. Yo creo que este fluir de palabras es lo más importante de la redacción.
Miremos lo que significa esto en la práctica. Significa que si escribes como hablando al lector con una velocidad de 250 palabras en 15 minutos, vas a producir en 15 minutos lo que un lector promedio lee en un minuto y medio. (Se calcula los adultos americanos leyendo de 150 a 200 palabras por minuto. Esto es casi idéntico con la velocidad normal de hablar, que es como 180 palabras por minuto; así que corresponde a la velocidad normal de escuchar una conversación.) En otras palabras, un escritor profesional tomará 15 minutos para escribir algo que se leerá en un minuto y medio. Si lo hizo como yo acabo de describir, será tan fácil de leer como la conversación normal es de oír.
El escritor novato que no siente la relación entre el tiempo de escribir y tiempo de leer, invariablemente tratará de meter demasiado detalle, demasiados datos, adjetivos, demasiadas cosas “extras”. El profesional que sabe que sus quince minutos de escribir significa un minuto y medio de lectura, automáticamente dará al lector solo lo que puede recibir y no sobrecargar el párrafo; usará suficientes detalles para ser interesante, pero sin agobiar al lector. La prosa que es fácil de leer es nuestra meta.
En resumen, la esencia del estilo natural “hablado” de redacción es la clase que se produce simplemente hablando al lector con la hoja de papel en medio de los dos, comunicando sin apuro, sin silencios, sin regresar para reformular una oración, sin perder contacto con el lector en la otra punta de la comunicación. Esta es la clase de redacción que debes aprender, y no puedes aprenderlo mientras estés apenado, nervioso, inhibido, con miedo de poner tus ideas en el papel.
Así que debes practicar. Puedes vencer tus inhibiciones solo si practicas escribiendo, así como puedes aprender a hablar en público al practicarlo. El ejercicio que sigue es entonces absolutamente esencial si quieres sacar máximo provecho de este principio.
EJERCICIO:
Durante un mes (dos serían mejor) escribir cada día una carta de 500 palabras a un amigo cercano o un pariente. Escoje una persona que vive a cierta distancia y está dispuesto ayudarte a mejorar tu redacción-tu madre, hermano, tía, colega u otra persona similar. Escribe a esa persona contándole de este plan de una carta diaria, para que tu compromiso sea firme. Es importante que redactes una carta diaria y lo envíes a esa persona.   
Estas son las reglas del juego:
1.       Escribir por lo menos 500 palabras cada día. Al principio cuente las palabras para luego poder estimar cuantas palabras por página.  
2.       Establecer un límite de media hora. Haz el esfuerzo de escribir las 500 palabras en esa media hora. O sea, no pares para pensar.
3.       Planificar lo que vas a decir antes de empezar a escribir. Durante el día piensa lo que vas a escribir. Asegura que tienes suficientes ideas antes de empezar. Como regla general, reporte los eventos del día.
4.       Escribir siempre con informalidad, subrayando libremente para énfasis, y usando paréntesis para mención casual.

5.       Está perfectamente permitido hacer una digresión (apartando del tema).

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