los hogares, y otros. Llegó a ser un estadista de renombre en la época cuando las colonias americanas buscaban librarse de la opresión de Inglaterra; su firma aparece en la Declaración de Independencia en 1776.
NIÑEZ EN
BOSTON.
Nació en
Boston en 1706, y en su adolescencia trabajó como aprendiz de su hermano mayor
en su imprenta. Aunque aprendió bien el oficio, su hermano James lo pegaba
mucho, y nunca vio el potencial que tenía su hermano menor: su inteligencia, su
hábito de la lectura desde niño, y su capacidad para el trabajo duro. Así fue
que a los 17 años de edad, viéndose encerrado en una situación sin salida, Benjamín
se escapó por barco a Nueva York buscando empleo en alguna imprenta, y de allí
a Filadelfia, la ciudad más grande e importante de ese tiempo en la colonia
inglesa.
PRIMERAS EXPERIENCIAS
EN FILADELFIA
A pesar de
su juventud, su conocimiento en todo el proceso de una imprenta funcionó a su
favor, y ganó el respeto de su jefe y colegas en la imprenta. Pronto estaba
ganando dinero propio. Se hizo amigo con el gobernador de Pensilvania, quien le
motivó a viajar a Inglaterra para adquirir equipo propio para una imprenta. Viajó,
pero al no recibir el dinero prometido por el gobernador, trabajó durante un
año y medio allí en varias imprentas, y cuando al fin regresó a América,
conocía mejor el oficio que ninguno allí.
Trabajó un
tiempo en una tienda grande de Filadelfia donde aprendió a vender mercadería y
guardar contabilidad, hasta que enfermó y murió su jefe. Entonces Franklin
regresó a su antiguo empleo en la imprenta, donde estuvo a cargo de la
impresión de dinero en billetes, usando un proceso nuevo con placas de cobre.
De allí, con un amigo y capital del padre de su amigo, compraron equipo para
establecer una imprenta propia. Fue entonces cuando Franklin empezó la
publicación de un periódico, la Gaceta de Pensilvania, que tenía cuatro
páginas. Como Franklin había desarrollado la capacidad de escribir muy bien, y
siempre había sido un lector ávido, llegó a ser el escritor, reportero, editor
y vendedor de anuncios. Publicaba noticias locales de gente de Pensilvania, que
era una novedad para su época. Él mismo escribía o editaba todas las noticias.
Escribía cartas a sí mismo como editor, usando pseudónimos, y luego los
contestaba él mismo. Incluía cosas chistosas también. Más y más lectores
compraban su periódico. Por la calidad de trabajo como impresor, llegó a ser el
impresor oficial para la Colonia de Pensilvania.
En 1732, cuando
Ben Franklin tenía veintiséis años de edad, imprimió la primera copia del Almanaque
de Pobre Ricardo. En una época cuando la gente compraba pocos libros, esa
publicación anual de información útil, dichos populares, y entretenimiento
llegó a tal popularidad que se vendieron diez mil copias por año. Había
pronóstico del tiempo, estaciones lunares, recetas de cocina, proverbios que
motivaban a la industria y la frugalidad, poemas cortos, consejos para la
jardinería, de todo un poco, y se vendía por cinco peniques la copia. La
popularidad de este almanaque fue debido a la redacción y pensamiento de
Franklin.
Franklin
publicó algunos libros también, un aproximado de 16 libros entre 1728 y 1748, y
todos ellos pequeños en tamaño, diríamos hoy “de bolsillo”. Mayormente eran
reimpresiones de libros populares en Inglaterra. Luego del Gran Despertar
religioso causado por la predicación de George Whitefield en 1739, hubo una
demanda de libros religiosos, y por ello Franklin imprimió Los Salmos de David
en verso por Isaac Watts, y luego Himnos y Cantos Espirituales, por el mismo
autor. Publicó dos libros de los diarios de George Whitefield. En 1745 publicó
el Nuevo Testamento.
Creció en
popularidad su periódico también, y se hizo rico Franklin con su trabajo como
impresor. Muchas causas sociales fueron expuestas en el periódico, promoviendo
la limpieza de la ciudad, la pavimentación con piedras para reducir el lodo, el
establecimiento de una primera biblioteca pública, y el desarrollo de un
sistema de correos. Cuando se hizo la primera estampilla, estaba la cara de Ben
en la estampilla de cinco centavos. El sistema de correos ayudó a unir las 13
colonias en un país. Franklin ayudó a establecer el primer hospital en América
en 1755.
No había
proyecto valioso que Franklin no participara. ¿Cómo tenía tiempo para todo eso?
La verdad es que nunca perdía tiempo. Quizás vivía por el dicho publicado en el
Almanaque de Pobre Ricardo: “Temprano a dormir
y temprano para levantar, hace que el hombre sea saludable, rico y sabio.”
Durante
toda su vida, siempre buscaba medios para mejorar la vida de las personas. Así
fue que inventó una estufa de hierro que calentaba mucho mejor el ambiente en
invierno con una cuarta parte de la leña. Fue el primero en usar lentes
bifocales que se sepa.
Cuando la
gente buscaba un hombre sabio y sin temor que les pudiera ayudar a resolver los
problemas del país, fue lógico que escogieran a Ben Franklin para ser
estadista. Tenía la capacidad de realizar las cosas. Había trabajado quince
años empleado como secretario en la Asamblea de Pensilvania, y en 1751 fue
elegido como miembro de la Asamblea. Allí empezó su carrera como diplomático.
Tenía la cualidad de llevarse bien con todos. Fue a Londres en 1757 a negociar con
el Rey para resolver diferencias con la colonia relacionados con los impuestos
altos. Luego hizo un segundo viaje. Tenía setenta años cuando las 13 colonias
decidieron defender sus derechos y librarse de la tiranía de Inglaterra. Franklin
fue el miembro mayor en edad del Congreso Continental y entre los más
agresivos. Participó en su organización y apoyó a Thomas Jefferson en la
redacción de la Declaración de Independencia, firmada el 4 de julio de 1776. El
hecho que el Dr. Franklin apoyaba la causa de la Revolución Americana hizo que
todo mundo prestara atención. No tenía el hábito de hablar mucho, lo más diez
minutos para resumir sus pensamientos, para ayudar a decidir un asunto.
La ciudad
de Filadelfia tenía una población de 40,000 en ese tiempo. Era la ciudad más
grande y moderna de América. A finales de 1776, Franklin, por su madurez, don
de gentes y dominio del francés, fue comisionado para viajar a Francia para
negociar el apoyo de ellos a la causa americana. Fue muy popular, respetado y
amado, y logró mucho apoyo en armas para el General George Washington. Llegó a
ser amigo con el joven Rey Luis, y logró un préstamo de 45 millones de libras
franceses para las colonias, además de un regalo de 10 millones del mismo Rey.
Más tarde negoció el Tratado de la Paz entre los dos países.
En 1785, a
la edad de 79 años, el Congreso de los Estados Unidos finalmente aceptó su renuncia
y pudo regresar a casa, donde fue delegado a la convención que redactó la
Constitución de los Estados Unidos. Murió en 1790, y 20,000 personas llegaron a
rendirle honor. Pero un hombre tal nunca muere realmente, porque sus obras y palabras
le siguen.
Bibliografía: Ben Franklin of Old Philadelphia, Margaret Cousins, Random House, 1952,
184 p. www.librarycompany.org/bfwriter/publisher.htm
EJERCICIO:
1. ¿Qué sacaste en limpio de la vida de Benjamín Franklin?
¿Qué admiras de su vida y sus logros?
2. ¿Eres una persona polifacética como Franklin? ¿Cuáles
son las ventajas de ser polifacético? ¿Cuáles son las diversas áreas de
capacidad que tienes?
3. Anotar metas concretas para tu vida personal que
surgen al leer de la vida de este gran escritor, editor, impresor, y estadista.
Isaías
30:8 “Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y
regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y
para siempre.”
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